27 de septiembre de 2007

El Perro más enfadado del mundo.

David Lynch tenía una idea para esta historieta en 1973 cuando su vida estaba llena de una cólera inexplicable. Él visitó a un psiquiatra para averiguar sobre el orígenes de esto, pero se marchó después de que el hombre, honesto, le dijera que la terapia podría afectar a su creatividad. Lynch, posteriormente, descubrió la meditación que lo liberó de su cólera.

"Bien, yo tenía una cólera enorme. Cuando comencé a meditar [en 1973], una de las primeras cosas que se marcharon fue una gran parte de esto. No sé como, simplemente se evaporó".

"La memoria de la cólera consiste en lo que hace 'el Perro Más enfadado'. No la cólera real sin más. Es el tipo de actitud amarga hacia la vida".



A partir de 1983 su historieta apareció de forma semanal en el Lector de L.A. Consistía en una fórmula surrealista y absurda que se repetía constantemente: comenzaba con las palabras "El Perro más enfadado del mundo" no puede moverse. No puede comer. No puede dormir. Él solamente, apenas, puede gruñir. Atado tan lleno de tensión y cólera, se acerca al estado de rigor mortis".; seguido siempre por las mismas cuatro viñetas con comentarios de una familia invisible, que desde adentro de la casa dicen cosas como: "El origen psicológico de la idea de espacio, o de la necesidad de él, está lejos de ser tan obvio como puede parecer.", "Lamentablemente, la vida contiene un elemento inevitable de imprevisibilidad.", y así...

Alguna vez le preguntaron al Lynch por qué el perro estaba tan enojado, a lo que respondió:

"Es un misterio. Algunas pistas pueden deducirse del mundo que lo rodea".

Finiquitaron 'El Perro más enfadado del mundo' en 1992. Se publicó durante nueve años, y tuvo una buena carrera.

22 de septiembre de 2007

La Jungla de Cristal 4.0

Las personas de mi entorno más inmediato conocen mi debilidad irracional por determinados fenómenos producto de la cultura popular y de masas. De hecho no me tengo por alguien demasiado refinado o de gustos exclusivistas. Sí es cierto que mi capacidad de gozo de alimenta de un amplio espectro de artículos de consumo de todas las categorías y grados de calidad.

Muestra de esto es mi afición a una saga cinematográfica de éxito indiscutible con la que he gozado como un lechón, y más recientemente que se ha estrenado en la cartelera la última integrante de dicha saga.

Estoy hablando de "La Jungla de Cristal", (Die Hard) ó "Duro de Matar" como se podría haber traducido.

Después de haber leído todo tipo de críticas cinéfilas entorno a este film, y con la intención de no caer en el análisis pueril y estusiasta, he decidido copiar aquí la crítica con la que más comparto opinión de las que he leído.

CRÍTICA DE CINE
Caos total
14.09.07 -elcorreodigital.com

ACCIÓN. Bruce Willis vuelve a dar vida al detective McClane.
Mucho ha llovido desde que en 1988 se inició esta saga con el absoluto protagonismo de Bruce Willis. Aquel joven policía ansioso por pasar las navidades con su esposa se ha ido endureciendo a la misma velocidad que su protagonista se va quedando sin pelo. Estamos en plena era digital y el dinosaurio -así lo denomina el villano de turno- McClane sigue dando juego, manteniendo una envidiable fuerza y aspecto físico a prueba de un sinfín de calamidades capaces de destruir, en el minuto quince, al más fornido de los hombres de este planeta.

Estamos, una vez más, ante una exageración absoluta, un disparate argumental lleno de destrucción y disparos, con esos momentos de extrema complicación creados por laboratorio a los que se ven obligados los guionistas para intentar superar al héroe de acción anterior. Véase el derribo del helicóptero en el túnel o la intervención del avión de combate contra el camión. Pero ello forma parte de una historia que plantea el caos total, derivado de un masivo ataque informático tan incomprensible como imposible, es decir, la ficción como instrumento evasivo sin intención de convicción: ciencia ficción policial contemporánea.

A Leo Wiseman hay que agradecerle que su planteamiento de la acción sea comprensible e identificable en imágenes, algo que últimamente se hecha de menos. El ritmo y continua complicación de la misión garantizan un entretenimiento sin pausa de la mano de un tipo duro capaz de decir: «Dime lo que quiero saber o te inflo a hostias en tu propia casa». ¿A quién no le gustaría soltar algo así? Y con éxito.
Caos total


Pues eso...